viernes, 1 de agosto de 2008

La jornada del músico, según Erik Satie

La jornada del músico



El artista debe regular su vida.
Aquí tienen el horario detallado de mis actividades diarias:
Me levanto a las 7.18 h; inspirado: de 10.23 a 11.47 h.
Almuerzo a las 12.11 h
y me levanto de la mesa a las 12.14 h.

Saludable paseo a caballo, en el fondo del parque: de 13.19 a 14.53 h. Otra inspiración: de 15.12 a 16.07 h.

Ocupaciones diversas (esgrima, reflexiones, inmovilidad, visitas, contemplación, destreza, natación, etc.), de 16.21 a 18.47 h.

La cena se sirve a las 19.16 y se termina a las 19.20 h. A continuación, lecturas sinfónicas en voz alta: de 20.09 a 21.59 h.

Me acuesto normalmente a las 22.37 h. Una vez por semana, despertar sobresaltado a las 3.19 h (los martes).

Sólo como alimentos blancos: huevos, azúcar, huesos rallados; grasa de animales muertos; ternera, sal, coco, pollo cocido en agua blanca; mohos de fruta, arroz, nabos; morcilla alcanforada, pastas, queso (blanco), ensalada de algodón y algunos pescados (sin piel).

Me hiervo el vino, que bebo frío con zumo de fuchsia. Tengo apetito; pero no hablo nunca comiendo, por miedo a atragantarme.

Respiro con cuidado (poco cada vez). Bailo muy raras veces. Cuando ando voy por los lados y miro fijamente atrás.

Muy serio de aspecto, si me río es sin querer. Por eso siempre me disculpo y con educación.

Sólo duermo con un ojo; tengo un sueño muy duro. Mi cama es redonda y perforada por un agujero para que pase la cabeza. Cada hora, un criado me toma la temperatura y me pone otra.

Desde hace tiempo estoy abonado a una revista de moda. Llevo un gorro blanco, medias blancas y un chaleco blanco.

El médico me ha dicho siempre que fume. A sus consejos añade:
—Fume, amigo: si no, otro fumará en su lugar.




Erik Satie, Memorias de un amnésico y otros escritos, Fugaz, Madrid, 1989


Fuente

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos ha jodío Satie. Dice: "no hablo nunca comiendo, por miedo a atragantarme". Teniendo en cuenta que almorzaba en 3 minutos y cenaba en 4, dudo que ni siquiera masticara, engulliría las cosas (raras y blancas) que comía como una boa.

Dolores Serrano Cueto (Lola) dijo...

!creí que no estábais ahí!
cómo curráis

!vaya! no se ha abierto la imagen....otra vez será.

Saludos

Alfil dijo...

Un gran blog, como veo que te interesa la música seguramene te interese: http://www.elargonauta.com/
Un saludo.

Anónimo dijo...

"Comerse la tostada...

Acostumbraos a ver una tostada
sin sentir necesidad de robarla.
Tocar la tostada de un amigo
podría hacer que se os hinchara la cabeza
Yo tuve un perro que, a escondidas, se fumaba todos mis puros.
Tuvo una enfermedad estomacal.
¡A su padre le dio mucha pena!

Erik Satie. "Pecadillos inoportunos". Cuadernos de un mamífero. pag. 32

Karrajo dijo...

Gracias, alfil, gran página la que me has pasado. ¿Tienes algo que ver con ella?

Y gracias, acordeprometeo, por añadir texto de Satie, jeje. Mira que me gusta esto de los escritores músicos, o de los músicos escritores; les intento pillar similitudes entre ambas disciplinas y me entretiene un rato.