miércoles, 21 de octubre de 2015

Carlos Izquierdo - El pianista mínimo

El compositor Carlos Izquierdo presenta su tercer trabajo, El pianista mínimo, una colección de fotografías y piezas musicales

Imagina por un momento un pianista que toca mientras es sepultado por dunas de arena o está flotando en el espacio exterior. El pianista mínimo toca con facilidad en lugares extraordinarios, cabe en la palma de la mano, su mundo musical no tiene límites.
Hace un año, el pianista alicantino, cautivado por la libertad musical que simboliza la figura de un pequeño piano, pidió al diseñador Marcos Aldeguer que moldeara un pianista que lo pudiera tocar. Carlos Izquierdo, cámara en mano, empezó a llevar al pianista en miniatura a actuar en todos esos lugares atípicos que se le iban ocurriendo.
La singular serie fotográfica resultante representa al Pianista mínimo tocando en una sucesión de lugares inverosímiles, desde un frondoso prado hasta el interior de un voraz incendio.
“La idea de tocar sin límites es muy liberadora. Debido a que como pianista, cuando me imagino tocando en público, siempre pienso en teatros, salas de conciertos,...: lugares realistas”, dice Izquierdo. “Para el pequeño pianista, las posibilidades son infinitas. Puede tocar en cualquier lugar, en cualquier situación, en sitios inviables para mí en la vida real”.
El compositor tomó muchas de las fotos en su ciudad natal, Alicante, y además se llevó al mini-pianista en la mochila durante sus viajes: primero, a Canadá el año pasado para grabar su segundo álbum, Ciel de Lucioles, y más tarde, a su gira por Alemania y Polonia la primavera pasada.
De más de 60 escenas fotografiadas, Izquierdo finalmente ha seleccionado solo 12. Las ha impreso en un tamaño acorde al de su protagonista 6 cm por 3 cm, las ha introducido en cajitas y las ha acompañado de una pequeña lupa, creando así una ventana al mini-mundo de su pianista.
Mi estilo musical es bastante etéreo y se le saca el mayor provecho cuando para escuchar uno se detiene, mejor aún con los ojos cerrados, y se permite ser completamente consciente de cada pieza. De la misma manera, la lupa es una invitación a hacer una pausa y contemplar el mundo ilimitado y mágico de El pianista mínimo”, dice Izquierdo.
Marcos Aldeguer ha diseñado la portada minimalista de este trabajo, y las cajas han sido a su vez impresas con tipografía en relieve y serigrafiadas a mano en el taller de The October Press.
El autor, además, ha compuesto dos piezas de piano como parte de este trabajo, que han sido grabadas en la librería alicantina Pynchon & Co, modificando el piano acústicamente para crear un sonido más suave, tenue y ambiental.
Carlos Izquierdo lanza una edición limitada de 50 unidades de El pianista mínimo.
Este tercer trabajo estará a la venta a partir del viernes en el local The October Press y en la página web de Luscinia Discos, http://luscinia.org/elpianistaminimo.htm

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EL DISCO


El pianista mínimo (EP, 2015), es el último trabajo del compositor Carlos Izquierdo. Este disco es la parte estrictamente musical del trabajo más completo que lleva el mismo nombre y que incluye una colección de fotografías.
Las piezas que lo forman han sido compuestas a lo largo de un año, a camino entre Alicante, Canadá (donde Izquierdo grabó su segundo album, Ciel de lucioles) y Alemania y Polonia (durante la gira 'Tour de lucioles'); y mantienen el carácter emotivo, melancólico y envolvente de las composiciones a piano solo de Carlos Izquierdo, pero ahondando más en el minimalismo y las posibilidades musicales que este estilo permite desarrollar.
Compuesto únicamente de dos piezas (hay una tercera como bonus track para los que descargan el álbum), Wanderlust es principalmente una obra contemplativa, más melódica y rica en armonías, mientras que Aquest lloc potser senzill, la segunda, es profundamente minimalista en la composición, pero consiguiendo también transmitir esa belleza que caracteriza la obra del autor.
El disco ha sido grabado además en un entorno peculiar: la librería Pynchon&Co, de Alicante. Entre libros de poesía y ensayos de filosofía, junto a clientes que esa tarde pasaban por allí, creando una sensación más abierta, de concierto en directo y no de estudio, que le da más viveza a la grabación. El piano fue además modificado acústicamente, mediante telas en las cuerdas, para conseguir un sonido más suave, tenue y ambiental.
La portada del disco es obra de Marcos Aldeguer, con quien Izquierdo ya había trabajado en las portadas de los discos anteriores, y representa la sencillez y naturalidad de este álbum a la perfección con un dibujo de un solo trazo que representa la silueta de un pianista.